Oh, Dios que dijiste: “El que se humilla será ensalzado”, vuelve los ojos de tu misericordia a las virtudes que practicó tu fiel siervo Fray Leopoldo y haz que también nosotros vivamos humildes y puros en tu santo servicio. Concédenos por su intercesión la gracia que te pedimos, si es de tu divino agrado. Amén.
Jaculatoria
¡Pastora divina de las almas! Por la filial y tierna devoción que te profesó Fray Leopoldo, dígnate interceder ante la Santísima Trinidad para obtener la gracia que te pedimos. (Tres Avemarías).
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