La ley de atracción

COMO FUNCIONA LA LEY DE LA ATRACCIÓN

Ya sabemos que existe una Ley Universal que rige todo aquello que nos sucede. Esta ley, como mencionamos al comienzo, tiene a su vez principios fundamentales e inconmovibles. Es una fuerza poderosísima de un magnetismo impresionante al punto que puede materializar todo lo que deseemos. Según esta ley, lo que pensamos y sentimos es lo que atraemos. Sin embargo, no basta con desear algo para obtenerlo.

En principio, para que esta ley funcione a nuestro favor debemos:

* Enfocar nuestra mente en aquello que anhelamos, sin distraernos.

* Desterrar para siempre las dudas. Recordemos que en los Evangelios Pedro caminó sobre las aguas hasta que dudó y entonces se hundió. La duda es el peor enemigo, la fe es la herramienta más efectiva.

* Evitar los sabotajes del inconsciente. Si nos enfocamos en tener un buen trabajo pero nos surge en la mente la idea de que no seremos capaces de realizarlo, jamás obtendremos ese trabajo.

* El Universo es atemporal. Para la Gran Mente, no existe pasado ni futuro; sólo el tiempo presente. Cuando se enfoque en aquello que quiere atraer a su vida, piense que es ahora cuando lo obtiene, ya mismo. Recuerde las palabras de Jesús: Pida y agradezca por aquello que ya sabe que se le concedió.

* No comente aquello en lo que se está enfocando. La palabra “hermetismo” se utiliza en magia, precisamente, para mencionar el silencio. Cualquier solicitud pierde fuerza si se comenta a otros.

* Emita vibraciones iguales a sus deseos. Si quiere dinero, siéntase rico. Si quiere amor, siéntase amado. Si quiere salud, siéntase sano. Ya, ahora mismo, sin dudarlo.

* Evite atraer problemas inconscientemente. No se queje ni hable con los demás diciendo frases como “todo me sale mal”, “tengo muchas deudas”, “no sé cómo salir de este problema”, etc. No se puede llenar un vaso si ya está lleno. Vacíe su copa de problemas. Usted ya tiene la solución.

* Deje que su “voz interior” lo guíe. Quizá, sus sueños también sean señales para mostrarle el camino. Trate de recordarlos e interpretarlos.

* Afirme con fuerza y fe aquello que desea en tiempo presente. No lo haga repetidas veces. Una sola vez alcanza, si lo hace correctamente. Si lo repite es señal de que no cree que el mensaje ha llegado al universo.