PLANTAS DE LAS BRUJAS
Desde que ha existido la superstición han existido las brujas, las cuales no serían mas que curanderas o majaderas que tenían un poco más de conocimiento sobre las plantas, y sentían especial predilección por aquellas, que por decirlo de alguna manera, pueden causar reacciones algo bruscas sobre el organismo.
Entre las plantas preferidas de las brujas podemos destacar la Mandrágora (Mandrágora autumnalis), la Adormidera (Papaver somniferum), o el Estramonio (Datura estramonio). La combinación de las propiedades especiales de estas plantas, junto con los ritos y ensalmos que acompañaban a la preparación de los remedios, y como no, la ignorancia, daban lugar a situaciones un tanto esperpénticas cuanto menos. Como ejemplo, citar el curioso rito para obtener la preciada raíz de Mandrágora (que en Griego significa nocivo para el ganado) durante la Edad Media:
“La Mandrágora sacará un perro negro entrenado para hurgar la tierra: se ata una cuerda alrededor del cuello del animal y al correr en pos del amo, llevará consigo la planta entera mientras lanza gemidos de niño herido. A continuación se sacrifica el perro a las divinidades subterráneas y se entierra en el mismo agujero de donde salió la raíz”
A todo esto hay que añadirle que no servía cualquier Mandrágora, sino solo aquellas que crecían bajo la eyaculación postmortem de los ahorcados.
Ahora bien, ¿Porqué esta predilección de las brujas por la Mandrágora? Primero porque las raíces añaden el encanto de ser una raíz alvaum, que son aquellas raíces tuberculosas que con un poquito de imaginación puede parecer que tengan forma humana, y segundo porque contiene atropina, que es un alcaloide producto del metabolismo secundario de esta familia de plantas, y que se usa como fármaco anticolinérgico (suprime la acción del sistema nervioso parasimpático), por lo que entre otros efectos a dosis pequeñas encontramos dilatación de las pupilas (por lo que se usa en tratamientos oftalmológicos), acelera el ritmo cardíaco (se usa para tratar bloqueo ventricular), provoca bronco-dilatación (usado para combatir el asma). También contiene escopolamina, que es otro alcaloide propio de la familia Solanáceas, a la cual pertenecen especies como la Mandrágora, el Estramonio o la Belladona. Tiene efecto depresor sobre las terminaciones nerviosas y el cerebro, por lo que también se usa en tratamientos contra el Parkinson.
Esta planta administrada en dosis un poquito más altas es sedante, por lo que se usaba en pacientes que fueran a ser amputados o victimas de algún precario tratamiento quirúrgico de la época. Y a dosis más altas produce mareos, fiebre, delirios y pérdida de memoria.
Como vemos se trata de una planta muy completa si se sabe como usarla, cosa que no le sirvió a Juana de Arco cuando la descubrieron con una raíz de Mandrágora entre las ropas, encontrando sus detractores así la excusa perfecta para poder enjuiciarla, argumentando que las voces que Juana de Arco decía escuchar pertenecían a Satanás, mientras que la protagonista defendía que era Dios quien se comunicaba con ella, cuando en definitiva no eran más que delirios producidos por sobredosis de Mandrágora.
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