Cómo protegernos energéticamente.
Es importante protegerse con un
escudo de energía cuando nos encontramos en una situación en la que las
energías son inferiores, por ejemplo cuando estamos en un lugar
público o en contacto con personas que sufren o son negativas, o están
tensos o nerviosas. El ser humano nace con una defensa natural contra
ataques psíquicos, una especie de sistema inmunológico espiritual que
normalmente lo protegería de los ataques psíquicos.
Pero a menudo
este sistema será deforestado debido a ataques psíquicos, traumas,
enfermedades o cualquier otro elemento negativo que afectará a este
sistema inmunológico espiritual dejándolo roto,con alguna apertura
energética la cual pueden penetrar cualquier tipo de energía negativa.
Cuando esto sucede, el ser humano se vuelve vulnerable a los ataques psíquicos, mucho más vulnerables que de costumbre.
Un ataque psíquico es cuando alguien está atacando mentalmente a otra persona, usando energía psíquica, ya sea voluntaria o no.
Esto es especialmente importante para las personas sensibles, que tienden a absorber la energía de los demás.
Hay varios tipos de ataques, los cuales,a modo de resumen detallo a continuación:
-Ataque psíquico.
-Vampirismo psíquico.
-Contaminación psicológica.
Los ataques psíquicos pueden causar estragos y pueden causar, entre otras cosas:
- Depresión.
-Ansiedad.
Varias enfermedades.
Falta de suerte.
-Accidentes de todo tipo.
-Pérdida de empleo.
-Problemas financieros.
Necesitas:
1 vela blanca
1 barrita de incienso
3 cucharadas de sal gorda
1 flor de petalos blancos
1 cucharada de por lo menos 3 de las siguientes hierbas: romero, laurel, salvia, ruda, artemisa, incienso, benjuí, mirra
Procedimiento:
Pon
una olla con agua a calentar y añade una mezcla de por lo menos 3 de
las hierbas mencionadas anteriormente. Deja que la infusión se prepare
mientras llenas la bañera con agua y preparas el lugar para tu
ritual. Asegúrate de tener todo lo necesario en el momento de comenzar
para que toda tu atención e intención esté presente en el rito que vas a
realizar. Una vez tengas la infusión lista, separa una tacita
de infusión para ingerir y añade el resto al agua de la bañera.
Ahora, asegúrate de que nadie te va a molestar durante un ratito, toma
por lo menos tres respiraciones profundas y prepárate para comenzar.
Cierra
tu círculo de protección invoca a tus guías y/o a la deidad que vaya a
guiar este rito (algunas Diosas que te pueden ayudar en
tu propósito de purificación pueden ser Isis, Iemanjá...), enciende la
vela y el incienso y si quieres puedes acompañar también con alguna
música relajante, sacra, sonidos de la naturaleza, mantras...
Ahora colócate dentro
de la bañera, toma la sal y comienza a frotar en círculos tu cuerpo con
ella mientras visualizas como una luz blanca o dorada comienza a cubrir
tu cuerpo. Puedes comenzar por los pies e ir ascendiendo hasta llegar a
la coronilla. Una vez en la cabeza, visualiza como esa luz sale por
encima de ti y explota en un hermoso arco iris de luces, que caen de
nuevo envolviéndote. Permítete disfrutar de la sensación durante unos
minutos y a continuación sumérgete en la bañera. Ahora añade
los pétalos blancos mientras dices:
Yo
(nombre), pido la asistencia y guía de la Gran Madre Creadora, para que
me ayude a transmutar, purificar, liberar y limpiar mi campo aurico de
cualquier energía, espíritu o manifestación de baja conciencia o
densidad. Aquí y Ahora, re-establezco, fortifico, desbloqueo, armonizo y
sello todos mis cuerpos con la pura Luz de la divina Madre. Que así
sea. Así es. Hecho está.
(Si quieres, puedes modificar esta invocación por cualquier otra que tu desees con el mismo propósito).
Permítete
disfrutar de la sensación de paz y bienestar durante unos 20 minutos,
mientras visualizas a tu cuerpo vibrar en una nueva energía llena de
vitalidad, optimismo, lucidez y protección. Por ultimo, sal del agua sin
volver a enjuagarte y deja que tu cuerpo se seque al aire o utiliza una
toalla blanca.